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Pueblos y aldeas de Cornudella de Balieraa
Este antiguo municipio, formado por aldeas y casas dispersas, toma su nombre del castro de Cornudella, que se enclavó sobre una cresta rocosa que domina el fondo del valle, y donde permanecen las ruinas de la iglesia románica de San Pedro (siglo XII) y los escasos restos del castillo y de la ermita castrense de Santa María. Casa Consistorial, El Sas, Puimolar y San Martín son pequeñas aldeas. En la última de ellas está la recoleta iglesia de San Martín, románica del siglo XII y cubierta con una estructura de madera. Casas aisladas son Vilaplana y L’Hostalet. En el precioso quejigar de esta última están los conocidos megalitos de Cornudella, un par de dólmenes y un posible menhir datados entre el IV y III milenio a. C. No son las únicas citas de megalitos en la zona.
La iglesia parroquial de Rivera de Vall, dedicada a San Miguel, es una obra del siglo XVIII a la que se trasladó la sencilla portada de la iglesia románica de San Pedro. El pequeño caserío de Sobrecastell, a la entrada del valle, cuenta con una iglesia dedicada a San Isidro Labrador, del siglo XIX, y una ermita románica de San Pedro, del siglo XII, actualmente en ruinas, alejada del núcleo y de acceso complicado. También son interesantes los hasta no hace mucho despoblados de Iscles
(Alto y Bajo), que cuenta con una iglesia de origen románico, del siglo XII; y Soperún, a los pies de la sierra de Sis, con un templo de esos mismos orígenes, pero bastante transformado. Así como los despoblados de Treserra, de cuya iglesia de San Vicente, románica del siglo XII, procede el frontal tardorrománico que se conserva en el museo diocesano de Lérida; y Suerri, desde donde se puede ir por pista forestal hasta la ermita de Santa Lucía, otro pequeño edificio románico de la zona.
Dólmenes y menhires
Los dólmenes son un tipo de tumba colectiva, formada por varias losas de piedra verticales (ortostatos) sobre las que apoyaba otra horizontal, creando una cámara. Esta estructura se recubría con un túmulo de piedras y tierra, a veces reforzado con otras piedras en su borde (peristilitos). Los menhires consisten en un monolito de roca hincado en la tierra verticalmente, que a veces está asociado a un uso funerario, pero no siempre, por lo que su significado y función siguen siendo un enigma.